Claves para cuidar de tu bebé

Marta López

Marta López, educadora infantil

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Ya han pasado los nueve meses de embarazo y ahora tienes a tu bebé en brazos.

Si es la primera vez que tienes a un bebé a tu cuidado seguro que te surgen muchas dudas de cómo atenderlo para no ocasionarle problemas y hacerlo lo mejor posible.

Por eso queremos ayudarte, aportándote algunas ideas y contándote algunos consejos para que no sufras ningún cuadro de ansiedad mientras te habitúas al hecho de ser mamá, porque ya no hay vuelta atrás, tu bebé está en el mundo.

¿Cuáles son los primeros pasos?

Cuando el parto quede atrás, debemos decirte que pasarás entre 24 y 72 horas en el hospital, siendo la diferencia si se trata de unparto natural o cesárea.

Estos primeros días podrás ir aprendiendo a marchas forzadas, mientras cuidan a tu bebé por ti. Le darán sus primeros baños, le cuidarán o le habrán inyectado la dosis de vitamina K intramuscular, que sirve para prevenir el trastorno hemorrágico del recién nacido.

También le habrán aplicado una pomada antibiótica en los ojos, que sirve para evitar conjuntivitis infecciosas tras el paso del bebé a través del canal del parto.

Y por supuesto, te visitará no solo quien haya asistido tu parto, sino también el pediatra, para analizar al bebé en sus primeras horas de vida. Si te surgen dudas, es hora de intentar bombardear al especialista para que te las resuelva, aunque hemos de decirte que, con la práctica, irán surgiendo otras tantas.

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¿Cómo es el primer día de vida de tu bebé?

Quizás tú, en el primer día de vida de tu bebé, te encuentres abrumada, en las nubes, o incluso anestesiada, dependiendo del tipo de parto que hayas tenido. Pero ver la cara de tu bebé por primera vez hará que se pasen los dolores y las dudas, porque te parecerá lo más maravilloso del mundo.

El recién nacido que nazca entre la semana 38 y la 40 de gestación tendrá un peso aproximado de 3.300 kilogramos y unos 50 centímetros de altura si es niño, y 3.200 kilogramos y 49,5 centímetros si es niña. No te quedes con estas medidas como un mantra, puesto que hay niños más pequeños y otros más grandes, y no significa que no estén igual de sanos. Los percentiles los marcan las medidas de los niños que van naciendo, que no son más que cifras de las que se extraen medidas medias.

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Si te paras a observarlo, notarás que puede tener los ojos y los genitales hinchados tras el esfuerzo del parto; cuenta con una manteca blanca en la piel, que no es más que la vérnix caseosa; sus extremidades están en semiflexión; las manos y los pies están fríos y tienden a estar amoratados; tiene el abdomen grandote; el cordón umbilical cuelga de su barriga con una pinza; su corazón late deprisa; respira de forma extraña, a veces muy agitado, y otras, más lento; y hace muchos ruiditos.

Si tu bebé presenta este aspecto, tienes un retoño muy sano.

Debes tener en cuenta que tu bebé ha sufrido un importante cambio. Llega de estar nueve meses en un ambiente acuoso, calentito y sin molestias, y pasa a un mundo que, en muchas ocasiones, puede llegar a ser ruidoso y con agitación. Por ello debemos procurar que en sus primeras horas no acuse en exceso el cambio del interior al exterior de la barriga.

Podemos intentar crear un ambiente tranquilo, sin exceso de ruido, sin muchas visitas que trastornen su habitual calma, ni cambios de brazos a brazos.

Recuerda que el bebé está diseñado para estar sobre ti, siendo también la posición más habitual si optas por la lactancia materna. Además, esta posición, cerca de ti, le confortará y le permitirá descansar mejor.

¿Qué siente un bebé recién nacido?

El bebé pasa de un mundo tranquilo, sin apenas ruidos y mucha paz, a un mundo que no siempre cumple los requisitos que necesita para tener una transición calmada.

De repente, tu bebé tendrá que acusar muchos primeros cambios, por lo que, en la medida de tus posibilidades, tendrás que intentar ofrecerle cierta comodidad, toda la que esté a tu alcance.

Desde el primer momento, el bebé percibe sonidos, siendo muy sensible a ellos. Así que puedes hablarle bajito o susurrarle al oído tus primeras impresiones, pero evitar conversaciones bulliciosas o de mucha gente a su alrededor, o de lo contrario, tenderá a sobresaltarse.

Aunque no hay nada seguro al respecto, los recién nacidos también perciben la luz, y la intensidad no es buena, porque puede molestarles. Así que intenta evitar la exposición directa a la luz. Intenta crear un ambiente cálido para que se acostumbre poco a poco a ella.

El olfato, como todos los animales, lo tiene desarrollado desde su nacimiento. Por eso, intenta evitar perfumes o cremas que le despisten, porque el objetivo de tu bebé será reptar para encontrar la teta, para poder alimentarse. Además, tu olor natural le hará que te reconozca como su mamá.

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El tacto es fundamental para reconocer su entorno. Evita ponerle manoplas u otras prendas que le cubran las manos, para que pueda relacionarse con su entorno o el medio que le rodea.

No hace falta que te digamos que el gusto también es otro sentido muy desarrollado, y desde el primer momento, tu bebé buscará la teta o la tetina del biberón para comer y disfrutar de los primeros sabores de la leche, que será su alimento principal.

¿Qué alimentación tiene el recién nacido?

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Como te hemos dicho con anterioridad, el gusto de tu bebé estará muy desarrollado desde sus primeras horas de vida. De hecho, el instinto le pedirá comer al poco de ser recibido por el mundo, bien sea leche materna, directamente de la teta, o del biberón.

Si eliges la lactancia materna, tendrás que saber que no debes ofrecer lactancia artificial en sus primeros días salvo que sea estrictamente necesario. Y es que, este hecho puede interferir con la lactancia materna y dificultar la subida de leche.

Un bebé recién nacido mama muchísimo. Seguro que te parecerá demasiado los primeros días, hasta que te acostumbres. Y lo hará a demanda, a pesar de que te digan que tendrías que darle de mamar cada tres horas. Recuerda que tu bebé, mientras estaba dentro de tu cuerpo, tenía alimento continuo, por lo que ahora exigirá mucha leche.

Por otro lado, tienes que saber que la primera leche que te saldrá será calostro, una leche escasa pero densa que contiene gran cantidad de nutrientes valiosísimos para el recién nacido.

Si en cambio optas por la lactancia artificial, ocurrirá lo mismo. Los primeros días, la ingesta será mucha, aunque en grandes cantidades, e igualmente a demanda de tu bebé.

Si te sirve de guía, un bebé de 3,5 kilogramos tomará biberones de 30 centilitros los primeros horas y días de vida, una cantidad que irá aumentando poco a poco.

Y lo más importante, que nadie te influya a la hora de tomar la decisión de qué método de lactancia decides. Es una decisión personal. Los profesionales, la familia y amigos te podrán aconsejar o contar su experiencia personal, pero tendrás que decidir tú.

¿Cómo es el sueño del bebé en los primeros días?

Bienvenido al mundo de la paternidad/maternidad. Muchos padres/madres dicen que hasta los 18 años de tu hijo/a, no dormirás ocho horas seguidas.

Puede ser una exageración, pero debes saber, si no lo has comprobado ya, que tu bebé no dormirá muchas horas seguidas.

Su sueño y su vigilia se regularán a través de los ciclos hambre-saciedad. Si tiene hambre, se despertará, comerá, se saciará y se volverá a dormir.

Tienes que entender que en sus primeros días de vida, tu bebé tiene un estómago con una capacidad muy pequeña, por lo que no podrá acumular suficiente alimento. De hecho, no te dejará descansar más de 3-4 horas hasta la próxima toma.

A partir de las dos semanas de vida y hasta el primer mes, si tu bebé te deja dormir y descansar unas cuatro horas, date por satisfecha.

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¿Cómo debemos cuidar la higiene del bebé recién nacido?

Los primeros días de vida hay quien recomienda no bañar al bebé, debido a que aún tiene una capa de vérnix caseosa, que es muy importante para él. Pero no es algo que esté confirmado como absolutamente necesario.

Una vez que estés preparada para el baño, has de saber que tu bebé no necesita asearse todos los días, y mucho menos si tiene la piel atópica o delicada.

Si el bebé tiene la piel sana, y quieres darle un baño calentito todos los días, prueba a ponerla a 34-35 grados. Asegúrate de que tiene la temperatura perfecta introduciendo en el agua un termómetro. Pero has de saber que no necesitas jabonarlo con gel o champú todos los días. Pásale la esponja por el cuerpo, o simplemente ve echándole agua por encima con tu mano.

Por otro lado, debes de saber algunas nociones básicas para cuidar el cordón umbilical de tu bebé. Debes lavarlo con agua y jabón todos los días, y cuidar de que su aspecto sea normal, y que la zona no se enrojezca.

Además, no debes aplicar ningún antiséptico. Pero recuerda secar bien el cordón al salir del baño, para que no se quede húmedo y pueda infectarse.

El cambio del pañal será constante también en los primeros días y semanas de vida de tu bebé. De media, al día, puedes cambiarle el pañal entre 12-18 veces.

Si estás en casa, usa agua y jabón para limpiar su culo y sus genitales. Intenta evitar el uso de las toallitas, porque aunque sean muy buenas, pueden irritar esa zona.

El cuidado y corte de las uñas es una de las cosas que mayor problema supone a los padres y madres, por miedo a hacer daño al bebé. No hay una edad mínima a partir de la que cortarle las uñas. Si nace con las uñas largas, puedes cortarlas sin problema. Pero evita hacerlo después del baño, como hacemos los adultos, porque pueden estar demasiado blandas, y puedes cortar más de lo que debes.

¿Cómo es el vínculo con tu bebé en sus primeros días?

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Has de saber que el vínculo entre madre y bebé es inmediato al nacimiento, y es un hecho que los de tu alrededor tienen que respetar.

Tu bebé necesita muchas horas con su mamá, algo de su papá y de sus hermanos, si los hubiere, pero sobre todo de su mamá.

Tienes que hacer que tu pequeño/a reconozca tu voz; encuentre las posturas cómodas en las que estar encima de tu cuerpo y siempre cerca del corazón; tu olor; e incluso tu respiración. Disfruta de él como te apetezca en cada momento. Puedes hablarle, cantarle, contarle anécdotas.

Intenta que las visitas, los primeros días de vida, sean nulas, y contrólalas mucho los primeros meses de vida.

En casa puedes hacer las presentaciones pertinentes, especialmente con sus hermanos mayores, si los tiene. Permite que le hablen, se acerquen, lo acaricien, pero en su justa medida. Y siempre evita que se puedan acercar al bebé sin vigilancia de algún adulto. Además, puedes permitir que te ayuden con algunos cuidados del bebé, para que no se sientan excluidos.

Y si en casa tienes mascotas, permite que se acerquen a él, que lo huelan, lo identifiquen como uno más de la familia, porque eso hará que lo protejan de ahora en adelante.

Preguntas frecuentes de nuestros usuarios

¿Cómo sostengo a mi bebé a la hora del baño?

La preocupación de los padres y madres a la hora del baño es muy alta, por miedo a dañar al bebé. Teniendo en cuenta que el cuerpo de tu bebé es muy frágil, pasa tu mano como apoyo tras su cabeza y su espalda, y con la otra, manejar la esponja.

Con el mismo cuidado, intenta darle la vuelta a tu bebé, poniendo su barriga y su pecho en tu mano.

Si te sientes más cómodo/a, puedes usar un asiento para el baño, y así poder tener las dos manos más libres.

¿Cuánto debe durar el baño?

Los dos primeros meses de vida, el baño de tu bebé no debe durar más de quince minutos. Así que si mantienes el baño entre los 7 y 10 minutos, estará bien.

¿Cuánto tardará en secarse el cordón umbilical?

En principio, comenzará a secarse rápidamente, se arrugará y tornará a color marrón, hasta que se desprenderá del cuerpo de tu bebé. Por norma general, ocurrirá entre 7 y 21 días, quedando una pequeña herida que cicatriza a los días.

Opinión de Tueducadora y conclusiones

Si eres primeriza, bienvenida al mundo de la maternidad. Y debes de saber que esta experiencia es nueva para ti, y para tu bebé, que acaba de aterrizar en este mundo.

Tengas o no experiencia con los bebés, cada recién nacido es un mundo, y requerirá unos cuidados y unos tiempos distintos.

Por muchas dudas que tengas, intenta dejarte llevar por tu instinto, que hará que cuides de tu bebé lo mejor posible. Los miedos se irán yendo conforme pasen los primeros días, y te irás sintiendo más cómoda en tu papel de mamá.

Por supuesto, si esos miedos no cesan, apóyate en tu familia o personas cercanas. No eres peor madre por hacerlo.

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Otra cosa importante, escucha y comprende las necesidades de tu bebé. Te pedirá comida a demanda, y quizás tu descanso, para su beneficio, será menor del que esperabas.

Pero conforme pasen los días, sabrás identificar cuándo tiene hambre, cuando necesita un cambio de pañal, cuando está cansado, etc.

Recibe o pide algunos consejos para sus primeros cuidados, sus baños, su descanso, su alimentación, y comienza a controlar sus rutinas. Será algo que harás con total normalidad pasadas las primeras semanas.

Y sobre todo, pide respeto a tu entorno. Que no te dé apuro pedir que las visitas sean pocas y poco duraderas las primeras semanas, e incluso inexistentes si no te encuentras con fuerza y ánimo de ver a nadie. Intenta pasar tiempo de calidad con tu bebé, porque os tendréis que acostumbrar el uno al otro. Háblale, cuéntale cosas, cántale, permite que descanse sobre ti, y poco a poco el vínculo que habéis forjado mientras estaba en el interior de tu cuerpo, se trasladará al mundo exterior.

Marta López

Soy Marta, tu educadora infantil. Mi objetivo es ayudarte a enseñar a los más pequeños desde casa. ¡Lo tengo! He creado un proyecto educativo con el que conseguirás que aprenda y además se entretenga de manera divertida.

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