Aunque el embarazo suele durar entre 37 y 40 semanas, hay causas por las que se debe provocar el parto antes. Hay distintas técnicas utilizadas por ginecólogos o especialistas sanitarios para ello, para que ni la madre ni el bebé puedan verse afectados. Una de esas prácticas es la maniobra de Hamilton, que suscita bastante polémica. Pero te contamos toda la información que debes tener en cuenta…
¿Qué es la maniobra de Hamilton?
Es un método para inducir el parto que se realiza mediante un tacto vaginal. Así, se alcanza el cuello del útero, donde se adhiere la bolsa amniótica.
El personal sanitario, matrona o ginecólogo, introduce el dedo por el orificio del cuello del útero, haciendo un movimiento circular, despegando la bolsa del borde interno del cuello del útero. Esta maniobra permite que se liberen hormonas llamadas prostaglandinas, que propician el inicio de las contracciones.
Esta intervención es ambulatoria. No hace falta una preparación previa. La paciente se tumba en la camilla o el potro en la consulta, y una vez realizada la intervención, la embarazada puede irse a casa.
Cabe decir que esta técnica puede producir algunas molestias, pero soportables. No suele haber otras consecuencias. Eso sí, un consejo, relájate y respira despacio y profundamente, para que la intervención se desarrolle de la mejor manera posible.
¿Cuándo hace efecto la maniobra?
Prepárate, porque si la maniobra de Hamilton funciona, a lo largo de ese día o por la noche se puede producir el parto. Así que, tenlo todo preparado, porque posiblemente tendrás que salir hacia el hospital.
Si no funciona no te asustes ni te agobies. Hay profesionales sanitarios que vuelven a repetir la intervención pasados unos días, lo que no garantiza el resultado positivo de la maniobra.
Si el parto no se produce, el consejo es pasar a la inducción farmacológica, pero será una prescripción que deba aconsejar tu médico.
¿Qué riesgos tiene esta maniobra?
Debido al hecho de que esta maniobra supone una manipulación del cuello del útero, en los siguientes días, si no se produce el embarazo, puedes sufrir un leve manchado de flujo rosado o marrón.
Tendrás que tener en cuenta que no sea muy abundante, porque si el flujo o el sangrado fuera excesivo, deberías acudir al hospital.
Aunque es complicado que ocurra, puede haber un pequeño riesgo de que se rompa la bolsa amniótica, que es la barrera que cuida al bebé de posibles infecciones o afecciones del exterior de la misma. Si eso ocurre, igualmente habrá que acudir al hospital.
¿Cuándo no debes utilizar esta maniobra?
Hay casos en los que se desaconseja realizar la maniobra de Hamilton a las embarazadas. Si la futura mamá no ha comenzado a dilatar y tiene el cuello del útero duro, puede que esta técnica no surta efecto, y no compensa debido a los posibles riesgos que puede suponer.
Por tanto, estaría aconsejada desarrollarla cuando la mujer haya empezado a dilatar, el cuello del útero esté blando y se va acortando.
Si una embarazada tiene un sangrado vaginal activo; placenta previa; no ha cumplido la semana 40 de embarazo; o ha obtenido un test de Bishop (es una puntuación que valora el cuello uterino en el trabajo de parto y ayuda a predecir si será requerida inducción del parto. También se utiliza para evaluar las probabilidades de parto prematuro espontáneo) con una puntuación menor o igual a cuatro, no se aconseja utilizar esta técnica.
Debido a que hay profesionales que han llevado a cabo la maniobra de Hamilton en algunos de estos casos es por los que esta técnica ha acumulado cierta mala fama.
Debate sobre la maniobra de Hamilton
Se ha escrito poco sobre la maniobra de Hamilton, a pesar de que fue descrita hace más de dos siglos. Y los estudios que hay sobre ella son antiguos y poco precisos. Es decir, se ha investigado poco sobre esta maniobra.
A pesar de todo, es muy utilizada por los especialistas sanitarios, basándose cada profesional en lo poco que se ha escrito e investigado al respecto.
Al no existir resultados concluyentes de su efectividad, de los riesgos que conlleva para la madre y el feto, es por lo que surgen dudas de ponerla en práctica.
Lo que sí es seguro es que el estado del cuello uterino de la madre es determinante para poner en marcha o no esta técnica.
Para ello se realiza el test de Bishop, que puntúa la dilatación del cuello del útero; el borramiento, es decir, el acortamiento del túnel del cuello; la consistencia y posición del cuello uterino, y el encajamiento de la cabeza fetal.
Si estás embarazada, debes saber que el médico debe requerir tu consentimiento, por escrito o de forma oral, para poder realizar la maniobra de Hamilton contigo.
No dudes en pedir toda la información necesaria para entender en qué consiste, los riesgos, los resultados positivos, etc, que puede acarrear la misma. Porque la realidad es que muchas mujeres no obtienen toda la información necesaria para conocer esta técnica en profundidad.
Maniobra de Hamilton, ¿sí o no?
Las principales guías sobre el embarazo escritas por los principales organismos médicos aconsejan llevar a cabo esta maniobra como paso previo para intentar evitar el uso de medicamentos en los embarazos que se han de producir cuanto antes. Eso sí, siempre y cuando la embarazada cumpla con los requisitos para ello.
En cambio, su uso rutinario en mujeres que no requieren inducción, porque no cumplen los requisitos o porque no han dado su consentimiento, hacen que socialmente exista rechazo hacia este método de inducción, que puede ser una opción preferible para lograr un parto más corto y menos doloroso.
Preguntas frecuentes de nuestros usuarios
¿Cuánto tarda en desencadenarse el parto tras la técnica?
Lo normal es que el parto llegue en las siguientes doce horas a la ruptura de membranas, pero hay casos en los que se alarga 24 horas e incluso más. Cuando sucede esto último, los médicos optan por inducir el parto con oxitocina.
¿Puedo cambiar de idea, aunque haya dado mi consentimiento anterior para que me realicen la maniobra de Hamilton?
Sí, estás en tu derecho de revocar tu consentimiento, y el especialista está obligado a respetar tu decisión.
¿Cómo de invasiva es esta técnica?
Se considera una maniobra menos invasiva y traumática que otros métodos de inducción. Se practica de forma ambulatoria y no tiene ningún coste económico
Opinión de Tueducadora y conclusiones
Hay dudas acerca de la fiabilidad de la maniobra de Hamilton. Pocos son los estudios y las investigaciones realizadas sobre ella, y lo existente está anticuado. No hay razón por la que no haya interés en el entorno médico para conocer más esta intervención ambulatoria que supone la inducción del parto, a partir de la semana 40 de embarazo.
Los profesionales la prefieren a realizar una inducción farmacológica, porque los medicamentos no están aconsejados a lo largo del embarazo.
Si llegado el momento tu médico te habla de esta técnica, no te quedes con dudas, pregunta todo lo que no sepas. Y tienes que saber que te tienen que pedir tu consentimiento, oral o escrito, para poder llevarla a cabo.
Si pasadas 12 horas de haberla realizado no hay un pequeño sangrado y se producen las contracciones, se considera que la maniobra ha fallado. Pero es aconsejable esperar hasta 24 horas. Si llegado el momento no hay reacción, habrá que acudir al hospital.
Cada mujer es un mundo, y es cierto que, cuando te adentras en el mundo de tu embarazo, puede ser que la maniobra de Hamilton te suene poco o mucho. Pero como las futuras mamás suelen ser curiosas e investigan, te toparás con información acerca de la misma. Y si te quedan dudas, pregunta a tu matrona o tu médico, porque te podrán guiar, a pesar de que, como adelantábamos, hay poca información al respecto.
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