Tener vida laboral y social después de tener un bebé no significa tener que renunciar a la lactancia materna. Sabemos que todos los profesionales sanitarios coinciden en que la leche de la mamá es la mejor alimentación para los hijos/as, pero a veces el día a día hace que sea más difícil mantener la rutina de las tomas.
Extraer la leche de tu pecho, por ejemplo con un sacaleches o manualmente, puede se una solución para alimentar a tu pequeño/a cuando no estás en casa o si quieres compartir esa tarea con tu pareja.
Es importante que conozcas bien las condiciones en las que debes conservar esa leche. Por eso en este artículo vamos a darte unas sencillas pautas que garanticen la calidad del alimento de tu bebé.
Cómo conservar la leche materna

Una vez que extraes la leche perderá algunas de sus propiedades, pero siempre será mejor que la leche artificial.
Si no la vas a usar en el momento, lo mejor es refrigerarla. Y si es para otro día tienes que meterla en el congelador.
Igualmente, hay que tener en cuenta otros factores para que la leche se mantenga en condiciones óptimas de calidad para cuando la tome tu bebé.
Lávate bien las manos, esteriliza los utensilios de la extracción, marca la fecha y hora de extracción en los recipientes donde la guardes para empezar por las más antiguas y nunca vuelvas a congelar leche que ya haya sido congelada.
¿Cuánto tiempo puedo tener la leche a temperatura ambiente?
Cuanto más alta sea la temperatura menos aguantará la leche.
En buenas condiciones la leche materna puede conservarse unas 6-8 horas a 19-22oC fuera de la nevera.
Por eso en verano es mejor tenerla siempre en el frigorífico y meterla lo antes posible.
¿Cuánto dura la leche materna en la nevera? ¿y congelada?
El tiempo de conservación de la leche dependerá de dónde la hayas guardado.
Serán 8 días si la has metido en la nevera a unos 4oC y hasta 4 meses a -18 oC si está en el congelador.
Hay que guardar la leche inmediatamente después de extraerla, si no puede perder muchas de sus propiedades e incluso ser perjudicial para el bebé.
Además, si el bebé es prematuro o sufre alguna patología, consulta con el médico porque los tiempos de conservación pueden variar.
Cómo almacenar la leche materna en la nevera
Veamos ahora algunas pautas imprescindibles para conservar de forma óptima la leche materna en la nevera.
- Guárdala en el frigorífico justo después de extraerla.
- Usa recipientes o bolsas específicas para ello (que no contengan sustancias tóxicas como Bisfenol A).
- No reutilices las bolsas.
- Si usas otros depósitos, asegúrate de esterilizarlos previamente.
- No mezcles leche caliente con otra que ya ha sido refrigerada, ni leche nueva con otra que ya lleva días en la nevera.
- Consume la leche que lleva más tiempo en la nevera. Etiquetar los botes te servirá de guía.
- Mete la leche al fondo del frigorífico, es la parte más fría. No uses las baldas de la puerta, ahí la temperatura es más alta.
- No superes los tiempos recomendados de conservación.

Cómo congelar la leche materna
Si te extraes leche que vas a conservar por un periodo de tiempo largo, lo mejor es congelarla.
Al igual que con la refrigerada, debes guardarla en el congelador inmediatamente después de extraerla y usa recipientes o bolsas específicas para ello (que no contengan sustancias tóxicas como Bisfenol A). Y, además, esto es lo que debes hacer para mantenerla en buen estado:
- No utilices recipientes de cristal o que no cierren herméticamente, podría romperse o derramarse.
- No llenes el bote al máximo, al congelarse los líquidos incrementan su tamaño. Ocupa como mucho ¾.
- Gasta la leche que lleva más tiempo en el congelador. No olvides etiquetar los recipientes para saber cuál es el más antiguo.
- Guarda pequeñas cantidades de leche, no más de 60ml, así se descongelará más fácilmente y no tendrás que tirarla si sobra. Puede mezclar leche descongelada de botes distintos siempre que tengan la misma temperatura.
- Pon la leche al fondo del congelador, ahí la temperatura es más constante.
- No superes los tiempos recomendados de conservación.
Cómo descongelar y calentar la leche materna

Si la leche estaba en la nevera, puedes calentarla unos minutos poniendo el recipiente en agua templada o utilizar un calienta biberones que es más práctico y calienta de forma homogénea todo el contenido.
Por mucha prisa que tengas, nunca uses agua hirviendo ni el microondas para calentar la leche. Los nutrientes son muy sensibles y la leche materna perdería todas sus propiedades. También podrías quemar la boquita del bebé.
Un truquito, si la leche se ha separado, agítalo antes de dárselo así se volverán a mezclar las dos capas. Hazlo suavemente para no estropear los componentes.
Si la leche estaba en el congelador, sácala la noche antes y ponla en la nevera, pero no la dejes allí más de 18-20 horas y nunca más de 24h.
Nunca la descongeles dejándola a temperatura ambiente.
También puedes poner el recipiente en agua templada a 37 oC máximo hasta que la leche se haya liquidificado por completo.
Una vez descongelada debes dársela al bebé dentro de las 2 horas siguientes.
Y nunca vuelvas a congelar leche que ya haya sido descongelada.
Elegir el sacaleches adecuado
Hay dos tipos de sacaleches, manuales y eléctricos.
Todo dependerá del uso que vayas a darle. Si va a ser a diario, cómprate el eléctrico.
En cambio, si va a ser algo puntual para alguna mañana o tarde que salgas de casa, con el manuel será más que suficiente. Además, son más económicos.
Dudas más habituales
La leche se separa en dos capas. ¿Qué hago?
Es completamente normal. La leche contiene una gran proporción de lípidos (grasa) hidrófobos y eso que quiere decir que no les gusta mezclarse con el agua y prefieren separarse. Como cuando juntas agua con aceite.
Eso no significa que la leche este mala, únicamente debes agitarlo suavemente antes de dárselo al bebé y listo.
¿Puedo reutilizar la leche que sobra para la siguiente toma?
Si no la va a tomar en las siguientes una o 2 horas, debes tirarla.
Para evitar tener que desechar mucha leche, es mejor que la guardes en cantidades pequeñas.
¿Qué debo hacer si la leche que he almacenado tiene un olor extraño?
Si el olor es muy fuerte, hay un cambio color a amarillento u opaco y aparecen grumos, lo mejor es que la descartes.
A veces la leche puede tener un olor ligeramente distinto, pero es normal si has seguido todas las pautas de conservación que hemos comentado antes.
Si hago la extracción fuera de casa, ¿cómo debo guardarla?
Igualmente, debes guardarla en cuanto la extraigas en una bolsa térmica o neverita con bolsas de hielo dentro o típicos depósitos con un líquido azul que se congelan en el congelador. Usa botes herméticos para que no se derrame.
Para conservar la leche, ¿es mejor recipiente o bolsa?
Ambas son correctas. Depende de tu comodidad y tu presupuesto.
Los recipientes se pueden reutilizar, esterilizándolos cada vez, las bolsas no.
Los botes que utilices deben ser de plástico, porque no puedes meter cristal en el congelador por si se rompen. Si usas bolsas, intenta que sean específicas para leche materna.
Tanto los recipientes como las bolsas deben cerrar herméticamente y no llevar posibles componentes tóxicos como BPA.
Preguntas frecuentes de nuestros usuarios
¿Qué pasa si se calienta mucho la leche materna?
Si la calientas demasiado tiempo, puedes facilitar el desarrollo de bacterias, por lo tanto lo ideal es hacerlo durante menos de 15 minutos en un cuenco de agua templada o con un calienta biberones.
¿Cómo saber si la leche está en mal estado?
La leche en buen estado presenta un color blanco limpio y puro. Si te cuesta diferenciar el color de la leche, usa un folio blanco para compararlo. Si la leche presenta un tono amarillento u opaco, ya no está buena.
Opinión de Tueducadora y conclusiones
Hoy en día puede ser complicado mantener la lactancia materna más allá de los meses de baja de la mamá.
Ya sea por la vuelta al trabajo o porque quieres compartir con tu pareja la tarea de alimentar al bebé, es mejor extraerte la leche del pecho antes que recurrir a la leche artificial.
Pero esto no quiere decir que la leche de fórmula sea mala, simplemente es mejor la materna. Nunca debes sentirte culpable por no poder o querer amamantar a tu hijo/a, ambas opciones son igual de válidas.
Para almacenar y conservar la leche materna en condiciones óptimas es imprescindible la esterilización de los recipientes y poner especial atención a los tiempos de conservación, para que el alimento de tu bebé no pierdas sus propiedades ni pueda llegar a perjudicarle.
Y por si todavía no tienes claro si vas a dar el pecho en exclusiva o si quieres combinarlo con biberones, en estos dos artículos te damos las claves de la lactancia materna y de la lactancia mixta.

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