A partir de los 6 meses los niños suelen comenzar a desarrollar sus habilidades manuales, empezando a coger objetos. Estas capacidades suelen ir aumentando hasta los seis años, cuando ya son capaces de realizar movimientos precisos y pequeños con las manos.

Desde su nacimiento, los niños tienen la necesidad de interactuar con aquello que les rodea y, según van creciendo, van realizando tareas más complicadas. Por eso, es necesario disponer de los juguetes adecuados, conforme su edad, para lograr aumentar su autonomía y confianza.

Juegos como el dibujo, la arcilla o la plastilina son ideales para que los niños puedan mejorar su habilidades con las manos y los dedos. Tras mi experiencia con niños de uno a tres años, estos son los mejores juguetes que les pueden ayudar a mejorar sus habilidades y destrezas manuales.

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¿Cómo influye la motricidad en el desarrollo de habilidades manuales?

Se conoce como motricidad a la habilidad para realizar movimientos corporales voluntarios. Esta capacidad va evolucionando desde la gestación, comenzando por movimientos espontáneos en el feto, y se desarrolla hasta los 6 años. Existen dos tipos de motricidad:

• Motricidad gruesa: el niño puede realizar movimientos de amplio recorrido como el gateo. Esta capacidad se desarrolla en primer lugar y requiere más fuerza que precisión.
• Motricidad fina: movilidad con exactitud y corto recorrido, por ejemplo sujetar un lápiz.

La motricidad gruesa permite al niño jugar y socializarse con los demás. Además, la percepción sensorial también se ve reforzada porque, para que el niño juegue, necesita una orientación espacial.

Por otro lado, desde el punto de vista neurológico, se ven reforzadas las facultades cognitivas y los niños mejoran su aptitud para aprender y su facultad de concentración.

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