Uno de los mayores miedos de las mujeres es la diabetes gestacional, pero ¿sabes exactamente lo que es y lo que implica?
Para que puedas controlar tu salud y la de tu bebé lo mejor posible durante el embarazo vamos a ver con detalle cuándo y por qué puede aparecer la diabetes gestacional y cómo es la prueba de diagnóstico.
También te daremos algunos truquitos para intentar evitarlo.
¿Qué es la diabetes gestacional?
Cuando los valores de glucosa, es decir, de azúcar, en sangre materna se elevan por encima de lo normal se considera que hay diabetes gestacional.
Es un trastorno metabólico que aparece en 12 de cada 100 embarazadas.
¿Cuándo aparece este trastorno?
Durante la primera mitad del embarazo, las hormonas estrógenos y progesterona hacen que la insulina aumente para mantener a raya los niveles de glucosa en sangre.
¿Por qué? La glucosa es la principal fuente de energía para tu bebé y, por eso, tu organismo modifica el metabolismo para que haya más azúcar en tu sangre y se mantenga más tiempo. De esta manera, tu cuerpo se asegura de que hay suficiente glucosa disponible para tu pequeño/a.
En cambio, en la segunda parte de la gestación la insulina ya no es tan eficaz y el hígado aumenta su propia producción de glucosa. Por aclararlo, la insulina es la hormona que hace que la glucosa pase de la sangre al interior de las células.
En consecuencia, tu nivel de azúcar en sangre aumenta porque tu bebe requerirá un aporte mayor de energía. Por eso, la diabetes gestacional aparece a partir de la segunda mitad del embarazo.
Entonces, ¿cuál es el problema? Que tengamos una cantidad excesiva de glucosa en sangre que sobrepase la que nuestro bebé y las células de nuestro cuerpo necesitan. Y esto puede ocurrir por llevar una dieta no muy saludable y otros factores propios de la fisiología de la mujer.
Síntomas que puede producir la diabetes gestacional
Puede ni te des cuenta porque los síntomas son muy parecidos a los habituales que se producen durante el embarazo.
Náuseas, vómitos, mucha sed, más ganas de orinar y malestar general son señales de una subida muy elevada de glucosa en sangre. Por otro lado, una bajada de glucosa puede producir mareos, palpitaciones, sudoración u hormigueo.
Al ser síntomas tan generales es normal que te surjan dudas de si es diabetes o son solo molestias propias de tu estado. Por eso es recomendable hacerse la prueba.
Una señal que haría sospechar que tienes diabetes gestacional es si tu bebé tiene un peso por encima del que le corresponde según la semana de vida en la que esté. Pero esto es más evidente casi al final del embarazo.
¿Qué factores de riesgo pueden aparecen la diabetes gestacional?
Cualquier embarazada puede sufrir diabetes gestacional, pero en algunos casos puntuales la probabilidad es mayor, como por ejemplo si:
- Tienes 35 años o más.
- Tú índice de masa corporal es mayor de 30.
- Has tenido embarazos previos con diabetes gestacional.
- Partos prematuros, con hidramnios o alguna anomalía congénita.
- O hijos con muerte neonatal sin causa conocida.
- Si padeces hipertensión arterial o preeclampsia, infecciones de orina recurrentes, glucosa en orina, candidiasis vaginal grave recurrente, infertilidad o hipertiroidismo.
- Hay antecedentes de algún familiar de primer grado (padre, madre o un hijo anterior) diagnosticado de diabetes.
¿Cómo podemos detectar la diabetes gestacional?
En nuestro país se lleva a cabo una prueba de cribado a todas las embarazadas llamada test de O´Sullivan. El objetivo del test es intentar detectar a tiempo este trastorno metabólico antes de que pueda ser perjudicial para la mamá o su bebé.
Pero veamos todos los tipos de prueba que existen.
Tipos de pruebas para detectar la diabetes gestacional.
Test de O´Sullivan
La prueba se realiza mediante la ingesta de un jarabe que es pura glucosa (50 gramos) para medir tu capacidad de regular los niveles de glucosa en sangre.
No es necesario ir en ayunas, puedes tomar algo antes del test porque no interfiere en su resultado.
A algunas mujeres le resulta muy desagradable ese dulzor, e incluso llegan a tener náuseas. Puedes tomártelo con calma, no hace falta que sea de golpe, pero no debes tardar tampoco mucho y recuerda que si vomitas tendrás que volver a repetir la prueba.
Un truquito, llévate una rodajita de limón y chúpala tras beberte la glucosa, la acidez te evitará las náuseas y no afecta al resultado de la prueba. ¡Como si fuera un chupito!
Pasada exactamente 1 hora, en la que has tenido que estar sentada te sacarán sangre para ver cómo ha gestionado tu organismo ese aporte extra de glucosa. Si el valor es mayor de 140mg/dl, la prueba será positiva y habrá que realizar una segunda prueba de confirmación o diagnóstica.
No puedes fumar durante la prueba porque puede alterar el metabolismo de la glucosa y distorsionar el resultado. En realidad, no deberías fumar si estás embarazada.
El momento idóneo para hacer el test de O´Sullivan es entre las semanas 24 y 28 del embarazo. Pero a algunas mujeres se les realiza durante el primer trimestre si cumple algunos de los factores de riesgo que hemos mencionado antes.
Prueba diagnóstica de confirmación
Es el mismo jarabe del test de O´Sullivan pero con el doble de glucosa y se le conoce por las siglas SOG 100g, que corresponden a “Sobrecarga Oral de Glucosa 100g”.
Tendrás que hacer esta prueba si:
- En el test de O´Sullivan te ha salido un resultado mayor de 140mg/dl de glucosa.
- Aunque hayas tenido un O´Sullivan negativo, sufres alguna alteración compatible con una diabetes gestacional, como que tu bebé esté por encima del peso fetal que le corresponde. En este caso la prueba se realiza entre la semana 32 y 35.
¿En qué consiste la prueba de confirmación?
Para esta prueba si hay que prepararse previamente. ¿Cómo?
Tendrás que mantener una dieta rica en hidratos de carbono durante 3 días. Es bastante completa por lo que no pasarás hambre con 2.100kcal diarias.
Y, esta vez sí, tendrás que ir en ayunas de 8 a 14 horas. Es mejor que vayas con un acompañante o llévate un libro porque este test dura más tiempo.
Como harán falta 4 extracciones de sangre, te cogerán una vía en el brazo. Una antes del jarabe, otra a la hora, otra a las 2 horas y la última a las 3 horas.
No puedes levantarte ni fumar durante toda la prueba.
¿Cómo interpretar los resultados?
La prueba será negativa si los valores están por debajo de:
- En ayunas ≤105mg/dl
- A la hora ≤190mg/dl
- A las 2 horas ≤165mg/dl
- A las 3 horas ≤145mg/dl
Se deberá repetir la prueba en 3 semanas si hay 1 valor alterado. Y si en la repetición continúa habiendo 1 solo valor alterado, se diagnosticará diabetes gestacional.
También se diagnosticará diabetes gestacional si hay 2 valores o más alterados.
Otros diagnósticos
El test de O´Sullivan es el protocolo que los profesionales sanitarios siguen en España, pero en otros países se hace de manera diferente. De hecho, en algunos lugares solo se hace a las mujeres que tengan algún factor de riesgo.
Y dentro de nuestro país, también puede que te encuentres con diferentes formar de realizar la prueba. Dietas diferentes o el típico pinchacito en el dedo que se dan los diabéticos para controlar su nivel de azúcar (glucemias capilares) para ir registrando los resultados que luego valorará el ginecólogo.
Riesgos y complicaciones maternas y fetales
La diabetes gestacional puede acabar siendo un serio problema para la salud de la mamá o el bebé, sobre todo si no se diagnostica a tiempo o se controla mal.
Para la mamá:
- Parto prematuro, con riesgo para el bebé por nacer antes de tiempo.
- Aborto
- Hipertensión crónica y preeclampsia.
- Aumento excesivo del líquido amniótico (hidramnios).
- Aumento de las infecciones vaginales y urinarias.
- Diabetes tipo II, la diabetes gestacional suele desparecer después del parto pero puede convertirse en crónica en algunas mujeres.
Para el bebé:
- Malformaciones cardiacas, del sistema nervioso central y esqueléticas
- Peso excesivo que puede dificultar el nacimiento (macrosomía).
- Alteraciones de la madurez pulmonar.
- Crecimiento intrauterino retardado.
- Hipoglucemia, hipocalcemia, hiperbilirrubinemia.
- Sufrimiento fetal o riesgo de pérdida de bienestar fetal durante el parto.
- Asfixia y muerte fetal
- Patología diabética
La diabetes gestacional no es un motivo que indique la necesidad de hacer cesárea. Las ventajas del parto vaginal continúan siendo superiores aunque se prevean dificultades en el nacimiento.
¿Cómo podemos prevenir la diabetes gestacional?
Veamos ahora algunos consejos para intentar evitar la diabetes gestacional.
Dieta y nutrición
En realidad, siempre deberíamos tener hábitos saludables y, por eso, si llegas al embarazo en condiciones óptimas todo irá mejor. Lo ideal es que ya antes de quedarte embarazada hagas ejercicio y lleves una dieta rica en fibra y vegetales y baja en dulces.
Ten cuidado con los zumos y refrescos, que también llevan mucha azúcar.
Si no sueles cuidarte, debes empezar a hacerlo, por ejemplo, acudiendo a un nutricionista para que te oriente en tu alimentación para que sea beneficiosa para tu salud y la de tu bebé.
Estrés
Te lo decimos desde ya, el estrés hay que reducirlo lo máximo posible.
Cuando te estresas aumenta el cortisol en sangre y esta hormona inhibe la acción de la insulina y estimula la producción de glucosa. Justo lo que necesita la diabetes para aparecer en tu organismo.
Deporte
Estás embarazada pero eso no es impedimento para mantener un tipo de vida activa.
Además de ayudarte a prevenir la diabetes gestacional, hacer ejercicio físico adaptado a tu estado te permitirá mantener una musculatura tonificada de cara al parto y al postparto, reduciendo así las secuelas.
¿Qué tratamiento hay para la diabetes gestacional?
Si, finalmente, te ha diagnosticado diabetes gestacional tienes que saber que no podrás tomar antidiabéticos orales. Es la medicación que se usa para controlar la diabetes habitualmente, pero esta completamente contraindicado en el embarazo.
Lo primero que te dirá tu ginecólogo es que intentes regular tu glucemia, es decir, el nivel de glucosa en sangre, con ejercicio y dieta. Aumenta el consumo de alimentos ricos en fibra y reduce la ingesta de azúcares simples. También debes priorizar el consumo de verduras y legumbres y comer pan, arroz y pasta integrales.
Por si te sirve de guía, en este post te damos las claves de la alimentación en el embarazo.
Si esto no funciona, te acabarán recomendando el tratamiento con inyecciones de insulina. Pero no te preocupes, no duele porque la aguja es muy fina.
Además, tu médico te hará más controles, te derivarán a la consulta de alto riesgo, te aconsejarán hacer un examen cardiológico del bebé mediante ecografía en la semana 28 y adelantarán la prueba de monitores (RCTG o registro cardiotocográfico) a la semana 36–38.
Durante el postparto
A las 6-8 semanas del parto te harán de nuevo la sobrecarga oral de glucosa con 75 gramos de glucosa para comprobar que no te has quedado con diabetes crónica. Te sacarán sangre antes de tomártelo y a las 2 horas después. Si tienes más de 100mg/dl antes de tomártelo y/o a las 2 horas entre 140 y 200mg/dl, te repetirán el control al año, y si los valores son menores la revisión será a los 3 años.
Además, te pedirán una analítica hormonal a los 3-4 meses postparto, porque has podido sufrir una disfunción tiroidea, una patología relacionada con la diabetes gestacional.
Y a tu bebé le realizarán glucemias capilares pinchándole en un lateral del talón para detectar una posible bajada de azúcar tras el nacimiento. Esto lo repetirán cada media hora durante sus 2 primeras horas de vida, después a las 3 horas, a las 6, 12, 24, 36 y 48 horas.
Dieta para diabetes gestacional
Si te han diagnosticado diabetes gestacional es normal que estés preocupada y confusa. Pero tranquila, que no cunda el pánico porque ahora mismo te vamos a dar las claves que necesitar para entender las pautas que seguramente te habrá dado tu médico.
Lo primero es no agobiarse, infórmate sobre los nuevos avances y aprende a controlar tus niveles de azúcar en sangre a través de consumo de alimentos adecuados sin necesidad de pasar hambre y manteniendo un peso óptimo según tu estado.
Veamos ahora las principales recomendaciones para que puedas manejar la diabetes gestacional y cuáles son los mejores alimentos y qué debes evitar comer.
Composición de los alimentos
Si te estás preguntando por qué te ha tenido que tocar a ti, tienes que saber que hay diferentes motivos por los que has desarrollado diabetes gestacional y, sí, una de ellos ha podido ser por la alimentación.
La buena noticia es que eso se puede cambiar fácilmente. ¿Cómo? Consumiendo alimentos que no disparen tu azúcar en sangre y evitando los que más lo suben.
Para identificarlos basta con saber que los alimentos se componen de 3 macronutrientes, en mayor o menor medida, que son: carbohidratos (glúcidos), proteínas y grasas. Pues bien, los únicos que pueden incrementar tu nivel de glucosa en sangre son los carbohidratos.
Al digerirlos tu cuerpo rompe los enlaces de las cadenas de azúcares que están unidas entre sí y que conforman los carbohidratos. Y eso precisamente es lo que libera la glucosa que aumenta tu nivel de azúcar en sangre.
No es que los CH sean malos, pero si hay que vigilar las cantidades si tienes diabetes gestacional. De hecho muchos de ellos son saludables y debes comerlos en cierta medida.
Alimentos que no se pueden comer para la diabetes gestacional
Lo primordial es descartar los alimentos que están totalmente prohibidos porque son los más peligrosos.
Así que coge papel y boli para hacerte una lista.
Harinas refinadas
La harina de trigo, de maíz o de arroz provienen de cereales a los que se les ha quitado su cáscara para triturarlos y convertirlos en harinas. Al eliminar esa piel exterior se reduce su fibra y los glúcidos que tienen son absorbidos muy rápidamente por tu cuerpo liberando una gran cantidad de azúcar en sangre.
La pasta, el pan, la pizza, galletas o la bollería son algunos de los productos que están basados en harinas refinadas, así que ¡ni olerlos!
Además, nos son los alimentos más nutritivos del mundo. De hecho, una dieta basada en pan, pasta y derivados de la familia durante el embarazo es un indicador de deficiencia nutricional.
Si quieres estar bien nutrida y que, por tanto, tu bebé también lo esté, ya sabes. Consume estos carbohidratos con moderación y, sobre todo, intenta que sean integrales.
Azúcares
Es obvio, ¿no? Debes evitar el azúcar, venga de donde venga. El de caña, moreno, siropes, miel…, todos incrementan fuertemente tus niveles de glucosa en sangre.
Además de los productos evidentes como pasteles, galletas, mermeladas o zumos, tienes que estar atenta porque hay productos que ni te imaginas que llevan azúcar y en cantidades sorprendentes. Hay hasta productos salados como salsas o platos preparados que pueden llevar hasta el equiparable a 5 terrones de azúcar.
Y, muy importante también, los alimentos que contienen azúcares naturales tampoco son bienvenidos si tienes diabetes gestacional. Fruta deshidratada, zumos naturales, batidos de fruta…, tienes que evitarlos si no quieres sufrir una subida considerable de tu azúcar en sangre. La fruta hay que comerla entera.
Edulcorantes artificiales
La sacarina, el aspartamo o la sucralosa tampoco son recomendables por varios motivos.
El dulce llama al dulce. El sabor de estos edulcorantes te podría incitar a comer otros alimentos porque al tomarlos se activa el circuito cerebral de recompensa que hace que nos enganchemos a ese sabor dulce. El cuerpo percibe al edulcorante como elemento energético pero en realidad no tiene calorías y corres el riesgo de generar una dependencia por lo dulce.
Puedes tomar edulcorantes en pequeñas cantidades y esporádicamente, pero intenta evitarlos todo lo que puedas o usa los que son menos peligrosos. La estevia, el eritritol o el xilitol son los menos malos.
Grasas trans o hidrogenadas
Los productos ultraprocesados poco aconsejables para el consumo porque contienen grasas transgénicas o hidrogenadas que se generan al calentar y enfriar los aceites de semillas con los que se elaboran.
Estas grasas no favorecen la resistencia a la insulina, es decir, tendrás más dificultades para reducir el azúcar de la sangre y, además, su consumo durante el embarazo puede crear problemas de asma y en la placenta e, incluso, pérdida fetal.
Para identificar los productos ultraprocesados debes mirar en la etiqueta y si tiene más de 5 componentes que no saben lo que son, descártalo. También, si contiene aceites de semillas de girasol, maíz, palma, etc.
En caso de duda, elige siempre alimentos reales y evita los ultraprocesados.
¿Hay carbohidratos mejores que otros?
La clave está en la fibra.
Los alimentos que contienen este CH bloque en parte el aumento de glucosa porque no podemos digerirla.
Las verduras por ejemplo se componen básicamente de CH pero no producen grandes picos de glucosa en sangre porque son ricas en fibra. Al contrario que las harinas refinadas que son auténticas bombas de azúcar precisamente porque no contienen nada de fibra.
Qué alimentos sí están recomendados
Ahora que ya hemos descartado los alimentos que no nos benefician, es el momento de saber cuáles te van a ayudar a combatir la diabetes gestacional.
Aquí van los alimentos con mayor densidad nutricional y el mínimo contenido de carbohidratos.
Verduras sin almidón
Justo acabamos de comentar que las verduras son un súper alimento contra la diabetes gestacional por la fibra que contienen, pero dentro de ellas debes elegir las que no tienen almidón.
Tomate, zanahoria, berenjena, coliflor, puerro, pepino, espinacas, acelgas, judías…, son algunos de los ejemplos de verduras sin almidón cuya mayor parte de carbohidratos provienen de la fibra.
Pescados y carnes
Primero y muy importante, hay que evitar por completo los pescados que tienen alto contenido en mercurio, como el atún, emperador, caballa o mero, porque pueden suponer un riesgo para el feto.
Pero el resto de carnes y pescados se componen, en su mayoría, de proteínas y grasas que contribuyen a estabilizar el azúcar en sangre. ¡Y eso, amiga, es lo que queremos!
No te agobies por las calorías, como lo que te apetezca pero vigilando el consumo de GH.
Evita carnes procesadas como los fiambres porque pueden llevar azúcar añadido y, si tienes opción, consume carne ecológica ya que su aporte nutricional es mayor y evitarás la posible ingesta de hormonas y antibióticos con los que tratan a los animales de producción industrial.
Huevos
Los huevos son ricos en proteínas y grasas, por lo tanto, también son aliados en nuestra lucha contra la diabetes gestacional. De hecho, es uno de los alimentos más importantes durante el embarazo por su amplia densidad nutricional y su parcialmente bajo contenido en calorías.
Desterramos ya la leyenda urbana de no poder comer más de no sé cuántos huevos a la semana. Come 2 o más al día si quieres y con la yema incluida sin ningún remordimiento.
Lo ideal es que sean huevos de corral o ecológicos. Lo sabrás porque tienen un 0 o un 1 en la numeración impresa en la cáscara. Tienen más nutrientes y el proceso de producción es más respetuoso con las gallinas.
Aguacates
Si estás embarazada, el aguacate es tu nuevo mejor amigo.
Es rico en fibra, potasio y vitaminas, con una buena cantidad de calorías y es muy saciante.
El aguacate debería estar en tu plato a diario, porque además comer su grasa se relaciona con la prevención de trastornos fetales.
Lácteos
Si no eres intolerante a la lactosa, es un grupo de alimentos que te va a venir bien.
Como buena fuente de proteína, grasa saludable, vitaminas, yodo y solo unos pocos glúcidos, los productos derivados de la leche son un buen apoyo contra la diabetes gestacional.
Yogures, mantequilla (¡margarina nunca!) o yogures son fantásticos para acompañarte en las comidas.
Eso sí, tienen que estar pasteurizados para evitar posibles contagios por bacterias infecciosas.
Cómo organizar los platos
Ahora que hemos aprendido que los carbohidratos no deben estar en nuestra dieta si tenemos diabetes gestacional, veamos cómo podemos organizara nuestras comidas sin desterrarlos del todo, pero sí limitándolos y controlándolos.
Lo más fácil es dividir el plato en tres partes: la mitad con vegetales sin almidón (tomate, zanahoria, espárragos), un cuarto con proteínas y grasas (carne, pescado, huevo, aguacate) y el otro con algunos CH saludables (arroz, avena, legumbres).
¿Cuántas veces deberías de comer?
Una vez que tienes en tu mano toda la información que te acabamos de dar para saber qué debes comer y qué no para la batalla frente a la diabetes gestacional, lo mejor es encontrar un punto medio.
Escucha a tu cuerpo también. Comer porciones pequeñas y más frecuentes ayuda a reducir las náuseas, el reflujo y otros trastornos. Espacia esas comidas algunas horas, pero sin pasar hambre, no hay necesidad.
Si no han pasado dos horas de tu última comida y tienes hambre, es porque no has añadido suficiente proteína y grasa. Toma nota para la siguiente y sube la cantidad.
Lo más recomendable es lo que siempre hemos escuchado, 5 comidas al día. Desayuno, comida y cena las más importantes, más aperitivo/almuerzo y merienda.
Ejemplo de menú para la diabetes gestacional
Vamos a ponértelo más fácil todavía con un ejemplo de menú de 1 día.
Puedes modificarlo según tus gustos, pero recuerda incluir suficiente cantidad de proteínas y grasas, que te aportarán saciedad y reducirán tu necesidad de CH.
En este menú no hemos especificado las proporciones concretas para que no te obsesiones con las cantidades. Come hasta que estés saciada, ni más ni menos.
No olvides consultar todo lo que hagas con tu médico que para eso es el experto en la materia.
El desayuno con dos huevos revueltos con queso pasteurizado acompañados de tomate y rúcula (aliñados con aceite de oliva y sal).
Puedes almorzar un rollito de salmón ahumado (previamente congelado) con queso pasteurizado, aguacate y aceite de oliva.
Para comer un estofado de ternera con verduras sin almidón (zanahoria, brócoli, cebolla, ajos, pimiento).
La merienda será un vaso de leche de almendras sin azúcar y un puñado de avellanas.
Y, por último, en la cena disfruta de unos boquerones a la plancha con aceite de oliva y verduras al horno (berenjena, zanahoria, calabacín y alcachofa).
¿Cómo contar los carbohidratos de un alimento?
No nos cansaremos de decirlo, cada mujer es un mundo y por eso es imposible concretar una cifra para la cantidad de carbohidratos que deberías ingerir al día. De hecho, un mismo alimento puede provocar diferentes niveles de subida de azúcar dependiendo de la embarazada.
A modo orientativo, te podemos decir que, por ejemplo, el pan blanco tiene 49g de CH por cada 100 g, el arroz cocido 28 g y la pasta de trigo cocida 25 g. Hay diferentes webs en las que puedes consultar oficialmente el porcentaje de CH que tiene cada alimento, solo tienes que buscar en google y ¡voilà!
También tienes el dato en las etiquetas de los productos que compras, siempre referenciados a 100 g.
Preguntas frecuentes de nuestros usuarios
¿Cuáles son los niveles normales de glucosa en el embarazo?
Durante el embarazo la glucemia en ayunas o antes de las comidas no debe superar los 95 mg/dL, una hora después de la comida será menor de 140 mg/dL y dos horas después de comer menor de 120 mg/dL.
¿Qué pasa si tengo 150 de glucosa en el embarazo?
Las glucemias mantenidas a una cifra superior a 150 mg/dl pueden provocar acidosis fetal y pérdida del bienestar del feto.
Opinión de Tueducadora y conclusiones
La mayoría de embarazadas tienen dudas a la hora de enfrentarse a un diagnóstico de diabetes gestacional. Lo principal es seguir los consejos de tus médicos y mentalizarte para llevar una dieta muy restrictiva e, incluso en algunos casos, tomar medicación.
Sabemos que supone un gran esfuerzo, pero es muy importante que controles tus niveles de azúcar en sangre por tu bien y por el de tu bebé.
No te desesperes si, aun cumpliendo con todas las recomendaciones, aumenta la glucosa en tu cuerpo. Si eso ocurre debes acudir a tu ginecólogo o matrona para que te diga qué hacer.
Ten paciencia mamá, probablemente todo acabe después del parto. Después de ese momento, lo único en lo que podrás pensar es en la carita de tu nuevo retoño. Intenta disfrutar de tu embarazo en la medida de lo posible, con dieta sana y ejercicio, puede ser una etapa maravillosa también.
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